Los conductos de ventilación son parte esencial de cualquier sistema de ventilación instalado en un edificio. El conducto de ventilación es el circuito por el cual se evacua el aire viciado del interior al exterior del edificio, inyectando aire limpio de fuera a dentro. Los sistemas de ventilación necesitan de conductos adecuados por los que pueda circular el aire sin que se escape al resto del edificio durante este trasvase.
Qué son y cómo funcionan los conductos de ventilación
La ventilación de un edificio se puede producir de forma forzada (mediante el empleo de maquinaria), que es la que nos ocupa en este post, o de forma natural. En la ventilación forzada, disponemos de unas máquinas (ventiladores o extractores) que impulsan o aspiran el aire, el cual es canalizado a través de conductos ventilación hacia dentro o fuera según sea el caso: el aire del interior es evacuado a fuera y se sustituye por aire fresco del exterior, produciéndose así una renovación imprescindible para la salud de las personas.
También sirve la ventilación para favorecer el proceso de climatización del edificio, evacuar humos o sustancias tóxicas, inflamables o peligrosas para los procesos industriales; y para combatir los posibles incendios, permitiendo la evacuación de humo y calor al exterior.
Normativa aplicable
Los sistemas de ventilación forman parte de las instalaciones de un edificio y por ello están sometidos a la normativa que rige la construcción y mantenimiento de edificios en España. A continuación, hacemos un breve repaso de las normas aplicables.
Código Técnico de Edificación (CTE): es la normativa básica de construcción en España. En su artículo 13.3, dentro del apartado de Exigencias básicas de la construcción, establece la obligación ineludible de asegurar la calidad del aire interior de los edificios. Como podemos ver, el tema de la ventilación ocupa un lugar destacado en la normativa básica de construcción, dada la importancia de lo que está en juego.
También existen otras normativas técnicas más específicas que desarrollan el CTE, tanto en lo tocante a la calidad de los materiales como a la forma de instalar los sistemas de ventilación.
El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los edificios, conocido como RITE, es otra norma de aplicación general en la edificación de edificios que también contiene normas relativas a la ventilación.
Por citar otras normas también importantes y sin ánimo de exhaustividad, tenemos también la norma UNE-EN 12237, que contiene normas sobre la resistencia de los conductos circulares de chapa metálica. La norma UNE-EN 1507 regula los aspectos técnicos de los conductos de aire de sección rectangular (requisitos de resistencia, estanqueidad, etc.). También es importante la norma UNE-EN 13403:2003, que regula los conductos no metálicos.
Cómo se instalan los conductos de ventilación
Los conductos de aire en ventilación se deben instalar por profesionales acreditados y empleando solo materiales que cumplan la normativa de edificación. Su instalación (ubicación, cálculo de dimensiones, forma del tubo de ventilación, capacidad de las máquinas de extracción, entre otros) está detallada en el proyecto de obra nueva de cualquier edificio, también es necesario su estudio y detalle en cualquier obra de reforma que pueda afectar a estas instalaciones básicas. Los conductos de ventilación están fabricados en chapas galvanizadas o en materiales aislantes como el polietileno expandido y otros termoplásticos. La instalación se realiza in situ en la propia obra, aprovechando la fase de montaje de instalaciones de servicios generales (electricidad, climatización, ventilación, agua).
Los conductos de ventilación son una pieza esencial en cualquier construcción. Son los típicos elementos constructivos que pasan desapercibidos para los profanos, pero que tienen una gran importancia para garantizar la salud y la habitabilidad de los edificios.
